El reciclaje informático está en auge. En gran parte se debe a la presión normativa que ejerce la Unión Europea, que obliga a las grandes multinacionales a fabricar productos que respetan unos estándares ecológicos estrictos si quieren vender dentro de la UE. Que uno de los principales mercados de consumo del mundo imponga estas normas hace que la cuenca fabricante por excelencia, Corea del sur, Japón y Taiwán, requieran que los fabricantes de la electrónica se encarguen de reciclar el 75% de lo que producen. El que vende reacciona a la sensibilidad del que compra.

Este factor, unido a una opinión pública cada vez más concienciada y pro empresas ecológicas está obligando a las grandes siglas del sector tecnológico a considerar muy seriamente qué materiales utiliza en la concepción de sus modelos y en su ocaso.

 Residuos de las computadoras

Según Wikipedia «El reciclaje de ordenadores o reciclaje electrónico es la reutilización de ordenadores, o en su defecto el desmontaje de las piezas y su clasificación para su posterior reciclaje»

 Los ordenadores, hasta hace poco solo eran generadores de basura electrónica, que iba a morir en Guiyu (China) conocida mundialmente por sus procesos poco ortodoxos de reciclaje. Ahora sin embargo, sabemos que los ordenadores dejan tras de sí:

Materiales peligrosos: el plomo o el mercurio etc. que contienen todavía muchos de ellos es sumamente tóxico (especialmente si se deja degradar suelos, subsuelos, acuíferos, aguas…) y es dramáticamente importante eliminarlos correctamente.

 -Materiales revalorizables: los ordenadores contienen materiales como la plata o el paladio que se pueden poner de nuevo en valor para darles una segunda vida. Revalorizar es eso, evitar que se pierda una rentabilidad latente en componentes de aparatos solo porque el colectivo que formaban ya no funciona. La rentabilidad de las cifras es la de que por cada tonelada de basura informática podemos recuperar 250 gramos de materiales revalorizables. ¿Poco? Comentad esas cifras con el director de una mina de oro, plata… y veréis si es o no una cifra a tener en cuenta.

 Cambios en la industria

Los fabricantes, animados por estas acertadas políticas europeas, por la imagen de marca responsable (environmental friendly) y por la rentabilidad de la reutilización empiezan a dar pasos en la dirección correcta. La partida presupuestaria para investigación ahora también destina parte de los recursos a esta búsqueda de nuevos elementos. Como resultado, ya se están fabricando ordenadores a partir de biopolímeros en lugar de los plásticos derivados del petróleo. Los biopolímeros, por ejemplo, se obtienen del maiz y algunos otros vegetales.

No solo eso. La observancia de este fenómeno ha generado un debate interno en las grandes compañías y fruto de él, nacen nuevas políticas de respeto medioambiental: Apple o HP están recogiendo los ordenadores que dejan sus clientes y los están reciclando. También los materiales de los nuevos móviles son más eficientes.


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