LOS PRINCIPALES CONTAMINANTES

La presencia de dióxido de nitrógeno en diesel y en gasolina que consumen los coches son los responsables del 75% de la contaminación atmosférica es una de las causas principales del incremento de los problemas de salud. Los efectos sobre la salud se apreciarían a corto plazo, como por ejemplo el asma, y a largo plazo en forma de enfermedades crónicas.

Además al dióxido de nitrógeno debemos sumarle los efectos del smog presente en las ciudades, compuesto por una gran cantidad de sustancias cancerígenas, algunas de las cuales tienen un tamaño tan pequeño que al entrar en los pulmones penetran directamente en el torrente sanguíneo.

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EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA SOBRE LA SALUD

La contaminación ambiental produce daños en el desarrollo de los embriones: riesgos de incremento de cáncer de pulmón o bajo peso en los recién nacidos. Y estos son sólo algunos de los daños de salud que han revelado estos estudios. Todo indica que la problemática que está afectando a la salud de los seres humanos va mucho más allá de simples problemas respiratorios, creando también enfermedades cardiovasculares e incluso parece que tiene un efecto sobre las atopias y conlleva una muerte prematura.

Según el OMS, se calcula que anualmente 1,3 millones de personas mueren a causa de la contaminación en las ciudades de países, tanto desarrollados como en desarrollo. Las defunciones son más numerosas en países en vías de desarrollo, donde la atención sanitaria es más deficiente.

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MEDIDAS PARA DISMINUIR LA CONTAMINACIÓN EN LAS CIUDADES

Las medidas para disminuir la contaminación conllevan una reducción del uso del transporte privado, para lo cual deben fomentarse medidas que incrementen el uso del transporte público.

Asimismo, la adecuación de carriles bici da a los ciudadanos la posibilidad de optar por una forma de transporte más saludable.

Los niveles de contaminación ambiental no deberían superar los 200 mg/m3 de dióxido de nitrógeno. Sin embargo, las estaciones medidoras de la contaminación, en algunas grandes urbes como es el caso de Madrid, no se sitúan en las zonas con más tráfico, sino en zonas arboladas con el objetivo de maquillar las cifras de la polución existente, a pesar de las protestas de grupos ecologistas. Además, con la actual crisis económica, el transporte público ha subido vertiginosamente el precio, por lo que muchas veces es más económico utilizar el transporte privado.