El río Tea, principal afluente del río Miño en Pontevedra, también ha sufrido frecuentes episodios de vertidos incontrolados.

Sin ir más lejos, el pasado agosto, 3.000 kilos de sosa cáustica procedente de la planta embotelladora de Aguas de Mondariz mató a cientos de peces contaminando más de dos kilómetros de corriente fluvial.aguas-que-huelen-mal-5854