La huella ecológica es un indicador ambiental que permite medir y evaluar el impacto sobre el Planeta de una determinada forma de vida en relación a la capacidad de la naturaleza para renovar los recursos al servicio de la humanidad.

El objetivo fundamental de calcular las huellas ecológicas consiste en evaluar el impacto sobre el planeta de un determinado modo o forma de vida y, compararlo con la biocapacidad del planeta. Consecuentemente es un indicador clave para la sostenibilidad.

En resumén este calculo determina la superficie en hectáreas que una persona, región, continente y mundo necesita para vivir a medida que se regeneran los suministros ambientales: aire (oxígeno, dioxido de carbono,…) fauna, vegetación, residuos, etc.

En el mundo existen solamente 2,1 hectáreas de espacio biológicamente productivo disponible para cada persona en la Tierra, pero la Huella Ecológica promedio mundial es de 2,9 hectáreas por persona; esto significa que la humanidad está sobrepasando la capacidad ecológica de la biosfera en casi un 35 por ciento.

Es decir, tomamos más de lo que la naturaleza nos puede dar.

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Esta gráfica nos indica la huella ecológica por paises, la cual se aleja bastante de un aprovechamiento sostenible, indicando también la biocapacidad que a disminuido muy bruscamente en estos últimos años.

En resume estamos viviendo por encima de las posibilidades de regeneración del medio natural, del que nos satisfacemos para la vida diaria.

 

A nivel nacional los datos de la huella ecológica en España pasan totalmente desapercibidos preo son como poco alarmantes en algunas regiones.

La huella ecológica de un país es la suma de todas las tierras agrícolas, de pastoreo, bosques y zonas de pesca requeridas para producir los alimentos y materiales que cada territorio consume, para absorber los desechos emitidos y para proporcionar espacio para su infraestructura.

El número de productos no locales que se consumen, la preferencia por los productos empaquetados, la alimentación basada en productos cárnicos frente a los vegetales o el papel que no se recicla son algunos de los factores que hacen aumentar la huella ecológica de una sociedad y ponen en peligro la sostenibilidad.

Por ello, aunque todas las capitales españolas necesitan más territorio del que ocupan, además de Bilbao (que necesitaría 100,88 veces su territorio) destacan también ciudades como Cádiz (necesitaría 90,84 veces su espacio), Pamplona (89,36), Barcelona (83,37), Santander (81,04) y A Coruña (80,23) que presentan un déficit ambiental muy severo.

Estas ciudades no cuentan con recursos suficientes para cubrir su demanda y los residuos generados, por lo que extienden su huella ecológica a otras zonas de la provincia e incluso fuera de los límites de su comunidad autónoma.

A nivel europeo los datos aumentan:

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Calcula aquí tu huella ecológica:

www.tuhuellaecologica.org

Aquí puedes medir tu huella ecológica:

Energía, agua, transporte y residuos.